lunes, julio 19, 2010

¿Por qué Jugamos? (Una explicación para personas que no juegan.)











En esta foto tomada en otoño de 1992 el niño parado junto a la betamax y la televisión mostrando la pantalla final de Super Mario World con el control de Super Nintendo en mano soy yo, en el momento en que me termine mi primer videojuego, mis papás sentían que era un momento para recordar. Sería el primer juego de una larga cadena.


A los 6 años de edad no tenía el repertorio verbal para expresar las sensaciones que uno tiene al jugar, al tomar el control en las manos y literalmente controlar a un personaje (o a muchos) dentro de una obra en la cual tienes una serie de obstáculos que completar antes de lograr tu objetivo final, pero hoy tratare de explicar mi relación con los videojuegos.


¿Por qué jugamos? Es una pregunta que incontables psicolocos se han hecho en algún punto y cada quien tendrá una respuesta apropiada, la gran mayoría de ellas enfocadas al juego social que tienen los infantes, algunos te explicaran que ayuda al desarrollo psicomotor, otros a la identificación de roles dentro de la sociedad y futuras interacciones, etc. Pero hasta la fecha no he leído a nadie que explique por qué un niño y hoy en día claro, un adulto se puede sentar frente a una televisión por 5 horas consecutivas manipulado un dispositivo ergonómicamente creado para tener 10 botones, dos sticks análogos y un pad digital de acción diferente en cada botón.


En mi opinión, el videojuego es la máxima actividad lúdica que incluye todos los aspectos interesantes y divertidos del jugar, me refiero a que un solo juego puede englobar habilidad, suerte, fantasía, esfuerzo repetido y constante, juego de roles, trabajo en equipo y competencia más sin embargo, elimina todo tipo de contacto físico entre los jugadores…


Es difícil explicar la experiencia de jugar para las personas que no lo hacen seguido o se han "clavado" con un videojuego, lo cual es curioso porque es muy similar a explicar cómo es la experiencia de estar ebrio o pacheco a alguien que jamás lo ha hecho, es decir es una actividad que debe ser experimentada en su totalidad para poder apreciarla y en los videojuegos no basta solo con tomar el control y hacer que Mario brinque sobre un enemigo y ver como se come un hongo sonriente para crecer sino que para experimentar el juego en su totalidad tú debes convertir a Mario en una extensión de tu cuerpo y dominarlo al grado de que sabes a qué velocidad tienes que ir para pasar ese precipicio y como brincar sobre un hammer bros sin miedo. Todo eso para que Bowser no haga de las suyas con la Princesa atravesando los ocho mundos pero haciendo atajos en los warp zones.

Más que un simple Juego.

Como dije, no es tan sencillo de entender si no lo has experimentado. Afortunadamente seguido veo noticias de que los videojuegos son un negocio multimillonario y que cada día más personas adquieren consolas y juegos. Los videojuegos se han metido en la cultura popular poco a poco y ganando aceptación fuera de los círculos de niños nerds de lentes, frenos y muslos que se raspan al correr.


Lo más lógico sería pensar que los aficionados a los juegos tomemos esta noticia con alegría y aceptar a todos estos nuevos jugadores para hacerlos experimentar lo que nosotros sentimos cuando tomamos el control. Pero la realidad es exactamente lo contrario los jugadores que llevan años en el medio se hacen llamar "hardcore" y juran y perjuran que los jugadores "casuales" están arruinando los videojuegos al volver más simple y absurda la actividad de jugar y critican a los casuales y a otros hardcore por sus preferencias de videojuegos y plataformas para jugarlos, es curioso una gran proporción de los que juegan se apropian de la actividad como si fuera algo que deben defender a capa y espada, como se podría decir exactamente lo mismo de un junkie.






La realidad es que todo es un juego…

Para mí por mucho tiempo fue así yo comía, bebía y respiraba videojuegos, jugaba casi a diario, leía y coleccionaba revistas de videojuegos y las cuidaba como la biblioteca de Alejandría, cuando alguna referencia a los videojuegos se colaba en alguna película, serie de televisión o en la vida real lo hacía notar y me daba un aire especial de pertenencia, me juntaba con otros niños que conocieran del medio, intercambiábamos juegos experiencias y nos peleábamos por saber que consola era superior y que juego era mejor: Street Fighter 2 o Mortal Kombat, hacia shorykens al aire, tarareaba música de juegos y las grababa en cassettes con la opción de sound test, veía Nintendomanía cada sábado y conocía demasiados detalles de la vida de Gus Rodríguez.




Lo mas cercano a ir a misa que tuve en mi infancia.


Ahora que he crecido y madurado (en un sentido figurado para algunos) entiendo mas sobre los videojuegos que representan, que rol juegan en la sociedad actual, que beneficios y males pueden brindarnos que experiencias pueden hacerte sentir y cuáles no, porque hay personas que tienen facilidad y personas que no e incluso como fue tu vida gamer por decirme que consolas has tenido y que juegos son tus favoritos. Ya no lo veo más como la barra con la que media todo sino como parte de todo un abanico de posibilidades entre otras muchas más actividades, hobbies y estilos de vida.


Es un entretenimiento que ha madurado de manera exponencial, a diferencia otros medios de expresión como la pintura que tomo más de 5,000 años desde las primeras pinturas rupestres hasta el primer Renoir o como tomaron más de 100 años para tener desde lo que fue el viaje a la luna hasta Avatar, en los videojuegos en tan solo 30 años ha existido desde Pac-Man hasta Red Dead Revolver.


Al igual que Doogie Howser experimentaba las dificultades de ser un doctor y tener 15 años los videojuegos son un niño prodigio que evoluciona muy rápido intelectualmente pero es emocionalmente inmaduro. Es por eso que en la gran mayoría de los videojuegos actuales nos encontramos tramas sencillas podría decirse que un poco burdas donde eres un marine americano que pelea contra Nazis-Extraterrestres-Demonios o una mascota comercial corriendo en un mundo colorido en búsqueda de una princesa, los videojuegos no son conocidos por la madurez de sus tramas sin embargo no se trata únicamente de eso, los videojuegos son un medio que te permite experimentar otro tipo de sensación visceral por ser una actividad interactiva donde tú eres parte de la película y tienes la capacidad de mover la trama usando tus habilidades.


Tanto el cine como los videojuegos son medios audiovisuales capaces de provocar inmersión es decir, una buena película te puede hacer sentir la sensación de ser una víctima de un campo de concentración, ser un hombre de color en Alabama en los años treinta o una adolescente embarazada debatiéndose entre el aborto o la adopción. En un videojuego tú no eres un testigo, tu eres la trama, eres el Master Chief un cyborg entrenado desde niño para ser la máxima máquina de matar humana, quien se debate el destino de la humanidad al ser pieza clave de una guerra entre el complejo industrial militar en que la humanidad se ha convertido y una fuerza extraterrestre teocrática quienes cegados por el fanatismo están por activar un arma antigua en forma de anillo planetario capaz de erradicar toda la vida inteligente en la galaxia y que además pelea contra la plaga que el anillo trato de erradicar en primer lugar.


Halo habla sobre la lucha interior que todos libramos día con día.


Definitivamente Halo no ganaría un Oscar a la mejor película pero seguramente si un premio Mtv que a fin de cuentas cuenta más sobre la demográfica que los videojuegos tienen cautiva.
Los videojuegos llevan la inmersión a otro nivel porque te hacen vivir la experiencia de ser parte de una escena de acción intensa donde requieres de tu habilidad para sobrevivir y ganarte a la chica, en pocas palabras cumple la fantasía que muchos de nosotros tenemos en nuestros sueños diurnos y nocturnos.
Rompe totalmente con el ver no tocar al que previamente estamos acostumbrados. Una actividad lúdica orientada a un objetivo que además tiene una curva de aprendizaje empinada y también una mina de oro para el conglomerado de medios.


Pero eso no es todo, más allá de la batalla Hombre vs Maquina que evoca a Terminator los videojuegos también nutren una necesidad básica humana: la competencia.


Desde que el primer vaquero pixelado venció al segundo vaquero en Outlaw para el Atari 2600, pasando por el primer súper combo y los headshots los juegos suplen la necesidad psicológica y genética de ser y sentirnos superiores a otros miembros de la especie humana para tener acceso al apareamiento.


Cualquiera que haya tenido la experiencia de ser el chavito que nadie podía sacar en el Marvel Vs Capcom o la sensación que se obtiene cuando tú y tus cuates hacen repelar a los gringos de Xbox live cuando les ganan 300 a 0 en un partido de Anexión sabe exactamente de que estoy hablando los videojuegos son una actividad competitiva, son un deporte y como tal permite experimentar como tus habilidades y esfuerzos superan los de otros y como un descuido mínimo puede costar una humillante derrota. Hoy en día existen ligas especializadas y comitees que llevan registros de los torneos a nivel mundial de videojuegos, obviamente no están al nivel de la FIFA o el comité olímpico porque los videojuegos son un elemento tan variado que cada título es un deporte diferente y cada año sale un titulo nuevo que cambia las reglas previamente establecidas.
Por eso me gustan los juegos de pelea.
La tercer experiencia que los juegos pueden brindar es el del jugar por el simple acto de hacerlo, la inmersión y la competencia son cualidades preferidas por el jugador hardcore, el jugador casual prefiere hacerlo como una experiencia pasa tiempo, des estresante, una actividad social que fortalece lazos de amistad, todos alguna vez tratamos de durar más de una hora en un solo juego de Tetris, compras un rockband para atraer más chicas a tus fiestas o le salvas el pellejo a tu Bro en súper doble dragón, Contra, Final Fight o Gears of War. ¿Sabías que farmville genera tantas ganancias como muchos blockbusters recientes costando su producción solo un decimo de lo que los otros?
¿A fin de cuentas la vida es solo un juego no?


El responder a la pregunta "porque jugamos" me lleva a su consecuencia lógica: ¿Por qué no jugamos?
Considero que hay tres causas diferentes y la primera es el precio: hazle como quieras pero los juegos y lo que se necesite para jugar es realmente un juguete glorificado con la excepción quiza de una computadora, no son más que un lujo y tener una experiencia inmersiva con videojuegos es más caro que ir al cine y que comprar o rentar una película. Incluso en la piratería tienes que tener la consola de juegos y si quieres tener una "verdadera" experiencia inmersiva necesitas sonido envolvente y video de alta definición. La segunda causa es la curva de aprendizaje, a medida que los juegos se vuelven más complejos en su presentación también lo hacen en la forma de abordarlos, en pacman solo ocupas una palanca de cuatro direcciones para recorrer el laberinto, comer todas las pastillas y escapar de los fantasmas, en call of duty usas una palanca para desplazarte otra para controlar tu mirada, tienes un botón especifico dedicado a cada una de estas funciones: agacharte, levantarte, disparar, usar la mira del arma, cambiar de arma, recargar, usar cuchillo o culata del arma, arrojar granada de humo/bengala, arrojar granada de fragmentación. Cada peleador de street fighter se maneja por una palanca y 6 botones 3 botones de puñetazo y 3 de patada, cada personaje tiene una serie de movimientos especiales y super especiales que se ejecutan haciendo ciertas combinaciones de movimientos y botones, estos movimientos tienen diferente utilidad estratégica en los encuentros y ningún peleador se controla exactamente igual que otro. El precio de la inmersión es la complejidad.


Que el control se vuelva una extensión de tu cuerpo requiere práctica y paciencia que no todos toleran aunque en realidad casi todos los juegos se controlan de una manera similar y los desarrolladores han disminuido la dificultad de los juegos de manera gradual en los últimos años, el paso de presenciar a controlar va mas allá de saber cómo mover a Mario.


La tercera causa es el acto de jugar en sí: ganar el torneo de halo que organiza una convención de comics ese siente bien y le agrega gamerpoints a tu miembro digital pero lo que le dice a todo el mundo es que pasas demasiado tiempo frente a la televisión. Los videojuegos son y serán (hasta el dia que la realidad virtual vuelva a estar de moda) una actividad pasiva, y lo haces enfrente de una pantalla trabajando y poniendo tu esfuerzo en algo que no tiene existencia física mas allá de un CD o un dato en un servidor en internet (como tu personaje de nivel 50), dirían muchos, una total pérdida de tiempo.





La Comunidad Gamer
Hoy en día los juegos son sometidos a ser clasificados según su contenido, quizás en el futuro cercano tendrán también la leyenda: el abuso en el consumo de este producto puede ser nocivo para la salud. Y puede que estén en lo correcto, no soy quien para juzgarlo pero si me despido con el mensaje de darle una oportunidad a un videojuego de vez en cuando es en mi opinión, una experiencia que vale la pena: el clavarse con un juego.